Danisha Chimilio: “el salto es una prueba hermosa”

Esta semana conversamos con la izabalense Danisha Chimilio, quien nos contó sus inicios en el atletismo y nos habló sobre sus máximas aspiraciones. 

Con un carácter que irradia alegría, la saltadora juvenil Danisha Chimilio Avila representa con orgullo sus orígenes garífunas y ambiciona una trayectoria sobresaliente en el deporte.

Su nombre acaparó la atención recientemente, cuando rompió el récord nacional de salto triple en la categoría Sub20, que tenía 28 años de vigencia. 

El pasado 20 de abril en el Ranquin Nacional, Chimilio impuso una nueva marca con 12.91 metros, superando el de María Fleischmann fijado en 2.68 metros.

La atleta de 19 años y nacida en Livingston, Izabal, tiene como inspiración a una tía fallecida en 2017, dice que los saltos son una prueba hermosa y que su aprendizaje se asemeja al juego del “avioncito” que suelen jugar los niños en la calle.

Su momento más difícil fue una lesión de rodilla que puso en duda la continuidad de su carrera, sin embargo, con resiliencia y el apoyo de su cuerpo técnico y de la Federación, salió avante. 

Dejando su huella

Danisha aún conserva una sonrisa cuando habla de su nuevo récord nacional: “No me imaginaba que en el ranquin iba a lograr el récord, y tampoco la marca de acceso al Mundial Sub20 (será en agosto en Lima, Perú)”, reconoce. 

“Mi ex compañera Estefany Cruz (ex saltadora) estaba de jueza y no podía decirme nada a la hora de la competencia. En mi segundo intento hice 12.85 metros y allí si se levantó y me dijo que había sido récord”, dice entre risas.

Ya con el récord asegurado, Danisha relata su cuarto intento, tras un salto fallido en el tercero: “Hice los movimientos exactos y mejoré la marca para dejarla en 12.91 metros. No sabía que era marca para el Mundial. Todos me aplaudían y yo como no me lo creía empecé a llorar”, detalla. 

Con la mente puesta en el Mundial, Danisha, asegura: “Mi aspiración es seguir mejorando la marca y sé que puedo llegar a la final de salto triple. También quiero hacer la marca en salto largo”, dice.

De niña inquieta a la disciplina del deporte

Danisha recuerda muy bien cómo fue su primera experiencia en el deporte: “Comencé representando a la escuela de niñas donde estudiaba. Corrí un la prueba de 5k y luego de ganarla me llegó la invitación de una entrenadora para ir al Complejo”.

Además, cuenta que cómo era una niña muy “eléctrica” siempre le gustaba estar jugando y en el atletismo encontró una buena forma de canalizar su energía. 

Danisha, hija de padre futbolista de origen beliceño,  se desarrolló haciendo heptatlón, pero admite que las pruebas de fondo no le gustaban. 

En una de las competencias ya en la categoría Sub18, Danisha fue seleccionada por el entrenador cubano Raúl Terry. 

“Uno de mis sueños era entrenar con los chicos y chicas mayores que ya estaban en la capital, a quienes o seguía en Google”, afirma.

Y meses más tarde hizo realidad su anhelo: “Mi preparación fue hermosa y muy especial, porque finalmente estaba con los atletas con los que quería convivir. Me trataron genial, me daban muchos consejos”, asegura. 

En 2019, ya dedicada a la práctica de salto triple y salto largo, sufrió al igual que sus compañeros los efectos de la pandemia del COVID-19.

“Entrenaba en casa y a distancia con sesiones en línea. Aunque en mi municipio teníamos un poco más de libertad para salir. Luego de la pandemia pensé que no iba a ser llamada para entrenar en la capital, pero los entrenadores confiaron de nuevo en mí”, recalca. 

En 2021, Danisha clasificó a su primer evento NACAC y empezó a tener logros en los Campeonatos Centroamericanos de la categoría U18. 

Poniendo a prueba su resiliencia 

El 2022 fue un año difícil en la carrera de Danisha, debido a una fuerte lesión de rodilla que la dejó fuera tres meses.

Danisha recuerda que ya con molestias físicas decidió competir en el Centroamericano en Managua, Nicaragua. “Estaba lesionada, pero yo insistí en que si podía Había pasado por muchos sacrificios para estar en la competencia. Mi entrenador me decía que no saltara así, pero yo salté con mucho dolor y por suerte mis resultados fueron buenos (fue primera en salto triple con 11.25 mt y segunda en largo con 5.35 mt)”, recuerda.   

Danisha asegura que el médico le había dicho que la lesión era muy fuerte y que probablemente iba a tener que retirarse. 

“Mi recuperación fue rápida e intensa, para estar lista para los Nacionales a final de año. Me sorprendí porque en ese evento hice mi mejor marca con 12.11 metros y mi primera vez superando la barrera de los 12”, añade. 

En el Centroamericano del 2023, Danisha mostró muestras de una recuperación completa ya que “fue el primer año en el que competí sin dolor”, dice.

Su encanto con los saltos

Danisha se refiere a la forma curiosa con la que aprendió la disciplina de los saltos: “Es como jugar al avioncito, así me lo enseñaron. Es importante estar concentrado porque se utiliza la misma pierna dos veces. Es una prueba muy hermosa que requiere fuerza y buena estabilidad por el impacto. Una vez que se domina, se hace fácil”, explica. 

El efecto Yulimar 

Danisha se declara admiradora de la saltadora campeona mundial y olímpica, la venezolana Yulimar Rojas: “Me encanta su actitud para competir, su vibra tan alegre. Siempre está sonriendo y bailando, es muy carismática. Yo no podría ser así, porque soy muy seria y siento que debo ser así para no distraerme”, afirma.

Orgullo por sus raíces 

Sin olivar sus orígenes, Danisha asegura que competir representando a Guatemala y a la cultura garífuna es muy especial: “Significa mucho para mí, a pesar de que a mí me cuesta hablar garífuna. Amo mucho mi cultura. A veces existe el racismo, pero yo a donde estoy orgullosa de serlo”, admite. 

La luz que guía sus saltos 

Cada vez que Danisha se prepara para salir a la fosa de saltos, siempre tiene presente a una persona que marcó su vida: “A mi tía Marleny, quien falleció en 2017, coincidentemente cuando yo sufrí un fuerte accidente en moto. Fue el día garífuna, 26 de noviembre. Mi familia tiene por rito invocar a nuestros ancestros y ellos me dijeron que mi tía falleció dándome su vida”, cuenta conmovida. 

La estudiante del último año de Bachillerato finaliza contando sus aspiraciones al futuro: “Mi primer sueño lo logré, que fue clasificar al Mundial de Atletismo (Sub20) y el otro es ir a Juegos Olímpicos. Y cuando me retire quisiera ser entrenadora y darle a otras niñas la oportunidad que yo he tenido para salir adelante”, concluye.  

Galería de fotos:

Danisha Chimilio, saltadora izabalense