Por Manuel Chun:

Hablar sobre Pamela Sosa, es hablar de fisicoculturismo, disciplina, vida saludable y por supuesto, de su alias @Pame_fitness,  el cual utiliza en Instagram, la red social donde impulsa hábitos saludables a sus seguidores.

Tras una amena charla entre anécdotas del pasado, un presente entre pandemia y metas a futuro, Pamela Tatiana Sosa Quevedo comparte cómo el fisicoculturismo la compromete a plasmar su huella como atleta de alto rendimiento y fomentar un cambio de vida en los demás.

De los parques al fisicoculturismo

“Quería bajar de peso y comencé a practicar deporte ya grande; a correr, a montar bicicleta, a involucrarme en varios deportes”, es así como inicia la historia deportiva de Pamela, quien además incluía rutinas de ejercicio en pasamanos o bien, con sentadillas que realizaba en los parques.

Esta situación la llevó, a sus 29 años, a conocer el fisicoculturismo. “Yo no sabía que existía este deporte, hasta que una persona que me vio motivada en el fitness me preguntó por qué no competía en fisicoculturismo, en una categoría para chicas sin tanta masa muscular, más atlética”, comenta la atleta, quien vio en el bikini fitness una forma de trascender, aunque el inicio no fue alentador.

Luego de ver con buenos ojos una competencia, buscó eventos, hasta conseguir uno en Antigua Guatemala. Se preparó; estaba lista… Sin embargo, no pudo subir al escenario. “Era súper nueva en todo, no sabía nada, solo iba a competir, y en el evento me dicen que era un regional y se debía clasificar para participar”, recuerda, pero no bajó los brazos y tuvo su revancha.

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“Luego, llegué a la Federación de Fisicoculturismo, me guiaron y prepararon para otro evento, casualmente, también en la Antigua; desde esa primera vez que subí al escenario, me dije: ‘de acá no me bajan’”, indica con una sonrisa Pamela, al recordar esa primera competencia que marcó un camino que la ha llevado a destacar en la categoría +1.64.

Desde la presea dorada que obtuvo precisamente en su primer evento en Antigua Guatemala, subir al podio se hizo costumbre con apenas un año presente en campeonatos nacionales. “Gracias a Dios, siempre me fue bien”, afirma.

Luego llegaron más triunfos; el título de su categoría en Señor Guatemala 2017, y el Centroamericano Femenino de Fitness 2018. Después, los subcampeonatos en el Centroamericano Femenino de Fitness 2019, el Campeonato Panamericano Guatemala 2019 y en Miss & Mister America Cup Lima, Perú, 2019.

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Estilo de vida de alto rendimiento

Esa idea inicial por bajar de peso, entre ejercicios, dietas estrictas como The Gracie Diet, alimentos sin gluten, e incluso una etapa como vegetariana, permitió a la seleccionada nacional mejorar los hábitos adquiridos y enamorarse aún más del deporte que practica.

“Me encantó el estilo de vida que lleva un fisicoculturista; la estructura de ejercicio y comer bien.

Siempre he sido una persona bastante disciplinada en varias ramas de mi vida y por eso me encantó”, explica Pamela, quien además se apasionó por la simetría física de una bikini fitness, el escenario, la pasarela, las poses y la vestimenta. “Es algo artístico y profundo; llegar hasta ahí implica una ardua preparación”.

El éxtasis de un triunfo especial

Fue precisamente en noviembre del año pasado que Pamela vivió el momento más especial en su carrera deportiva, no solo por lo que consiguió, sino por lo que significó llegar a la prestigiosa IFBB Diamond Cup Cancún 2019. “Con tres meses de preparación, me fui en carro a México, no me querían dejar pasar la frontera y tuve que quedarme a dormir ahí; una amiga que me iba a acompañar ya no fue conmigo… Me desanimé, sentí que no me convenía ir”, recuerda con sentimientos encontrados.

Pese a todos los obstáculos, la competencia le obsequió un triple mérito a su perseverancia: medalla de oro en bikini fitness, otra dorada en absoluto, y la tarjeta profesional IFBB élite. “Lloré y aún lo hago, por todo lo que pasé, no me lo esperaba. Haber ganado fue increíble, algo que digo: wow, tanto esfuerzo realmente valió la pena”, comparte la atleta con un entusiasmo que se contagia.

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Alias @Pame_fitness

Dietas, recetas, rutinas de ejercicio, entre otros tips, son los que comparte Pamela en su cuenta de Instagram, donde se le conoce como @Pame_fitness, y está próxima a llegar a los 10,800 seguidores, con quienes comparte la experiencia adquirida.

“Cuando tienes los ojos cerrados, al abrirlos, ves el mundo de colores; así me pasó con la dieta. Yo comía bastante mal y cuando descubrí los beneficios de tomar jugos verdes, las frutas, las verduras, desperté y me dije: ‘Qué hacemos comiendo tan mal’”, revela Pame sobre su decisión por influir en los demás.

Desde hace años, motiva a las personas para que también abran sus ojos, que vean que, aunque el cuerpo procesa todo alimento, no todo hace bien. “Comemos pan super natural y no debería ser así, no debería estar en nuestra mesa todos los días”, enfatiza, mientras agrega que después los beneficios se dejan ver y todo es mucho más fácil.

La cuarentena le sentó bien

“Comer sano no es aburrido y feo, puedes comer súper rico sin tener que limitarte y llevar un estilo de vida saludable. Están tan mal acostumbradas, que quitarse ese hábito requiere de un esfuerzo mayor”, dice Pame, quien con la Pandemia ha estado mucho más activa en la red social.

“La gente, con el encierro, comenzó a buscar opciones para hacer ejercicio en casa. Yo comencé a subir mis rutinas, lo que realmente hago en el fisicoculturismo, con solo un par de mancuernas o sin tener equipo”, detalla la entrenadora personal certificada, quien indica que no existen excusas para no ejercitarse, pues es cuestión de ordenar el tiempo.

Amante de los panqueques de avena, Pame ve gratificante que sus seguidores le escriban y hasta la reconozcan por la calle, como un señor que le dijo: “Usted es la chica que sube un panqueque diario… Yo le digo a mi esposa que me haga todos los días esos panqueques, que bien me han caído”. Esto es algo gratificante para ella. “Es bonito saber que estoy sembrando este hábito en la gente y qué dicha que ahora existen las redes para poderlo hacer”, señala.

Nuevas metas, nuevos retos

Concluir la Maestría en Ciencias Aplicadas al Deporte y un curso de entrenamiento especializado para la mujer, tienen “sacando el jugo” a Pamela; sin embargo, tiene un reto pendiente: estar en Juegos Centroamericanos, evento al que no pudo asistir en la pasada edición.

“En Managua 2017 no pude asistir por otra competencia. Son los únicos juegos del Ciclo Olímpico donde se incluye mi categoría. Es un sueño, es otro nivel, y es diferente, por eso espero estar en Santa Tecla 2021”, señala la fisicoculturista, quién además buscará competir nuevamente en el Miss & Mister America Cup, además de impulsar su actual proyecto: un Gym Online. En él enseñará y motivará a mujeres de una forma acorde a sus necesidades.

Dar clases de pasarela a sus compañeras en selección es algo que también ha hecho, ya que en Guatemala no existen lugares para aprender a realizar las poses requeridas, está es una parte fundamental al competir y que aprendió en El Salvador. “Se puede estar preparada físicamente, pero si no se tiene una buena pasarela, no hay forma de mostrar el trabajo completo”, finaliza Pamela, quien no piensa ser entrenadora, pero tampoco descarta la idea de entrenar a alguna chica y llevarla a competencias internacionales.

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